martes, 22 de noviembre de 2011

Una caricia capaz de erizar la piel



Al Green - Simply beautiful

Los conceptos elegancia y sutileza se suman para definir la extraordinaria delicadeza que transmite este tema. Elegancia por el toque distinguido de la voz protagonista, sutileza por el modo en el que los instrumentos utilizados surcan la canción sin aspavientos. El resultado de esa sencilla suma provoca que nuestros altavoces exhalen pura exquisitez. Simplemente precioso.



Una guitarra y la mínima expresión de la percusión son los encargados de producir los primeros sonidos. Algo tímidos, incluso cercanos al silencio. Debemos subir el volumen de nuestro reproductor para reconocer mejor esas ondas sonoras. La tranquilidad reina en la sala. En el segundo diecisiete aparece la voz encargada del relato, la voz que nos conducirá a través de este entorno tan sumamente armónico. Su relato encaja con todos los elementos que conocemos hasta este instante. Es una voz tranquila, que canta sin prisa y que también cuenta entre sus características principales con el refinamiento que el tema exige. Hemos llegado hasta aquí embelesados con tanta belleza. Estamos en el segundo cuarenta y es entonces cuando un pequeño grupo de violines, acompañados por un órgano, aparecen en escena para acompañar en la retaguardia musical. La canción continúa avanzando y nosotros únicamente tenemos que dejarnos llevar por sus sugerentes sonidos. Hace un buen rato que estamos atrapados entre tantas virtudes musicales. No son necesarios demasiados análisis para darnos cuenta de que con muy poco, pero de muchísima calidad, nuestros oídos no pueden apartarse de este camino tan bellamente ilustrado. La voz principal sigue desprendiendo versos engarzados en las piedras preciosas de los instrumentos. Música con muchos quilates.

Desde el 1'10'' hasta el 1'24'' la guitarra decide dejar caer alguna nota más sobre la canción, son notas puntuales y que casi se pueden contar por su escasez. Son pocas pero suficientes como para no alterar el orden establecido y al mismo tiempo añadir riqueza melódica al ligero entramado musical. Esas notas esparcidas en una docena de segundos serán lo más parecido a un sólo de guitarra que veremos en todo el tema. El minimalismo domina toda la escena. La voz prosigue con su peculiar, y sugerente, forma de cantar. Su interpretación invita e incita a nuestra imaginación. En el 1'47'' se pronuncia por primera vez el título del tema, simplemente precioso. Nunca un título fue tan fiel a una forma de expresión.

Nada mas sobrepasar la frontera que marcan los dos minutos de canción asistimos a un solo de voz. Un solo de voz porque el narrador necesita dar un paso más allá en su forma de expresarse. Las palabras se quedan cortas, los vocablos se antojan nimios. Disfrutaremos de 32 segundos donde la voz deja de articular palabras para desplegar todo su sentimiento. Desencadena toda la pasión que el vocabulario no consigue alcanzar, toda la excitación que esconden las notas, todo el acaloramiento acumulado desde que la canción comenzó a acariciarnos.






Desde que decidimos activar el reproductor y comenzamos a disfrutar de la tranquila intensidad de este tema hemos aprendido que la pausa y la serenidad dominan nuestros oídos por completo. Estamos hipnotizados por unos instrumentos que se mueven a cámara lenta y atrapados por una voz capaz de arroparnos con su sonido. Dentro de este entorno el Punto de No Retorno debe estar en consonancia con todo lo experimentado hasta este instante. El momento en el que la voz se destacó en solitario para realizar su particular solo ya sería suficiente como para hacernos regresar una y otra vez a este paraje musical pero la canción guarda una última sorpresa. Desde el 2'47'' todo parece indicar que la melodía esta llegando a su fin y que poco a poco los sonidos se irán desvaneciendo hasta desaparecer por completo. Eso parece porque la voz también se torna algo más perezosa y sin embargo estamos asistiendo a los preliminares del Punto de No Retorno. En el 3'12'' la voz refuerza inesperadamente su presencia y seis segundos después la batería comienza, finalmente, a caminar. Es entonces cuando la canción estalla por completo. Esa percusión hará que comencemos a mover la cabeza y con todo lo que ya hemos vivido durante todo el tema será como si unos fuegos artificiales reventaran nuestros altavoces. Será, evidentemente, una sensación puesto que ya sabemos que esta melodía posee su propio ritmo, su propia y tranquila cadencia. Es una construcción tan perfecta y armoniosa que logra que unos ligeros golpes de batería parezcan explosivos. Estamos atrapados para siempre por la exquisitez sonora. Cuando concluya nuestra escucha el mundo en el que habitamos parecerá mucho más ruidoso de lo que recordabamos. Las caricias musicales nos cobijaban y protegían. Simplemente precioso.

3 comentarios:

  1. Esta canción me hace recordar muchas cosas es muy escalofriante al principio y silenciosa

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  2. esta cancion para mi es timida, es decir, va lenta y va poco a poco llendo rapida.

    para mi lo importante de esta cancion es la forma de como canta y al oirlo sientes como si fueras feliz de recordar algo aunque tu exactamente no sepas que es.

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  3. esta cancion para mi es timida, es decir, va lenta y va poco a poco llendo rapida.

    para mi lo importante de esta cancion es la forma de como canta y al oirlo sientes como si fueras feliz de recordar algo aunque tu exactamente no sepas que es.

    soy sergiodcañuela

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