martes, 24 de mayo de 2011

Viajar detrás del horizonte

David Bowie - Space Oddity

E
n los albores de la aventura espacial para el ser humano vamos a asistir a uno de los viajes que llevaron al hombre a poder ver la tierra desde fuera de ella. Todo lo que sucede en esta canción, en este relato, nos transporta a una época en la que la idea de salir al espacio exterior era cruzar la última frontera, la última frontera conocida.


P
ara empezar a escuchar los primeros sonidos parece que tengamos que llegar al lugar donde ocurren los acontecimientos. Todos los sonidos son instrumentales pero da la sensación de que esos sonidos nos están transmitiendo los preparativos y ajetreo previos a un hecho de estas características. En el segundo 30 comienzan las comprobaciones y pruebas previas al lanzamiento. La tensión se palpa en la música, la intensidad aumenta poco a poco. En el segundo 50 comienza la cuenta atrás de cualquier lanzamiento espacial. Todo está listo y casi puede escucharse como caen los amarres mecánicos y sujeciones que liberan a la nave de su único punto de unión con el planeta. Al mismo tiempo, esta regresión numérica invita a todos los instrumentos a dar un paso adelante y comenzar realmente la canción. El Punto de No Retorno coincide con la puesta en movimiento del habitáculo espacial. La nave ya ha comenzado a surcar el cielo y su objetivo es dejar atrás esa diminuta esfera azul llamada tierra. Las primeras palabras desde el lugar de lanzamiento son de felicitaciones. Los violines se encargan de hacernos imaginar el modo suave y equilibrado en el que orbita la nave junto al globo terráqueo. Es un hito para la humanidad y todo el planeta quiere conocer todo lo posible sobre el héroe. 1'48'' por vez primera habla el inquilino de la nave espacial. Relata al mundo lo que ve, lo que nadie hasta ahora había conseguido ver. ¿Ha habido alguna vez un punto de vista tan privilegiado? ¿tan exclusivo? En el 2'13'' los violines cesan un instante para vivir un pequeño momento de recogimiento en el interior de la nave. El planeta vive literalmente a sus pies y el lo observa, embarcado en la mayor de las soledades, haciendo un juego de palabras clave: el planeta azul es a su vez un planeta triste y su hazaña no puede paliar ese sentimiento. Conviene aclarar que el autor juega con la palabra blue, cuyo significado es azúl, pero dependiendo del contexto también puede significar triste.



L
a música continúa con la incorporación de sonidos electrónicos que nos guían sobre los pasos y acciones de nuestro hombre en el espacio exterior.  Todo parece ir bien hasta que en el 3'02'' un trombón inesperado, fuera de lugar, nos anuncia con su sonido la peor de las noticias: algo va mal. El protagonista también se ha dado cuenta y su éxtasis se transforma en temor. Ha perdido el control de la nave y su último grito es desde el corazón. Sus últimas palabras son un mensaje para su mujer. Su único deseo es que alguien le comunique a su esposa todo lo que la quiere. Ella lo sabe. En el 3'28'' el control de tierra se da cuenta de que algo ha fallado en la nave y comienzan los intentos reiterativos para intentar reestablecer las comunicaciones. Demasiado tarde. La melodía nos anuncia con golpes aleatorios y guitarras extremadamente agudas que la nave vaga sin control por la galaxia. Poco a poco se aleja para siempre del lugar del que partió para convertirse en un asteroide diferente, un asteroide fabricado por humanos. El planeta azul se vuelve más azul. El planeta azul se tiñe de tristeza. 

miércoles, 18 de mayo de 2011

Palabras melosas 18. Los Fabulosos Cadillacs

"Viento de libertad, sangre combativa
en los bolsillos del pueblo la vieja herida
De pronto el día se me hace de noche
murmullos, corridas y el golpe en la puerta
llegó la fuerza policial"


Matador
Los Fabulosos Cadillacs

miércoles, 11 de mayo de 2011

Atrapados en la telaraña de cuerdas



Enrique Urquijo y los Problemas - Aunque tú no lo sepas



L
as primeras notas que se acercan a nuestros oídos provienen de una apacible guitarra. El dibujo de la melodía es casi imperceptible pero esas notas consiguen llamar nuestra atención. El instrumento de las seis cuerdas está siendo pellizcado para conseguir arrancarle los primeros sonidos. Quince segundos después la voz de Enrique Urquijo será la encargada de alterar nuestros sentidos. La profunda serenidad de su tono, su facilidad para relatar la melancolía, y sobretodo su inmensa capacidad para cautivar sin aspavientos son sólo algunos de sus característicos matices vocales. Logra toda la atención sin levantar la voz, con una facilidad pasmosa para transmitir una compleja sencillez.

G
uitarra y voz caminan de la mano en soledad desgranando los primeros versos de una inspirada letra hasta que en el segundo 51 comienza el goteo de notas del piano. La canción ha comenzado a evolucionar y ya nos tiene completamente atrapados. El ritmo pausado y el relato cautivador tienen la cadencia perfecta.  Las ideas siguen floreciendo. Pocos instantes después de la lluvia de notas del piano aparecen en escena los primeros sonidos de los violines. Surgen muy despacio pero poco a poco convierten su presencia en algo fundamental. Su arranque va tejiendo un entramado acolchado donde poder apoyar las notas del piano y los pellizcos que siguen brotando de la guitarra.


Hemos navegado hasta la mitad de la canción para descubrir que nuestro viaje está gobernado únicamente por instrumentos de cuerda. Guitarra, piano y violín son los solitarios acompañantes que ha buscado la voz para desarrollar toda la narración. Ésta continúa sin apenas paradas, sin coros que apoyen el texto, sin regalarnos ningún estribillo, sin solos de ningún instrumento y sin variar ni un ápice su modo de hacernos llegar sus ideas. En el 1'08'' el piano se expresa con un pequeño requiebro de notas y siguiendo su estela los violines subirán al puente de mando en el 1'32'' para destacar levemente en este viaje. Un viaje lleno de palabras atadas sin nudos por tres tipos de cuerdas. Tras el ligero protagonismo de los violines el tema encara su última estrofa. Todos los instrumentos comparten la misma importancia y la letra gana intensidad palabra a palabra.

C
ualquier estrofa de esta composición es tan sencilla como brillante y por eso necesitamos atesorar y recordar su esencia del mismo modo que queremos conservar en el paladar el recuerdo de un delicioso sabor. Después de numerosas joyas sonoras el sabor más delicado está reservado para el final del camino. El último verso consigue la frase más exquisita de toda la canción. Las palabras utilizadas son sencillas pero la interpretación de su significado convierte a esas últimas palabras en una dulce guinda. Un último regalo capaz de retener en nuestro paladar el espléndido sabor por más tiempo.

L
a canción ha concluido y su poso es enorme. No existe un Punto de No Retorno claro pero aunque tú no lo sepas los pellizcos de la guitarra, la primera aparición del piano y los sonidos de los violines han encendido con notas el mar de nuestros sentidos. Aunque tú no lo sepas las palabras nos decían tanto que ya surcan nuestros recuerdos. Aunque tú no lo sepas ya nunca dejaremos de navegar por este mar de cuerdas. Ahora ya lo sabes.  

martes, 3 de mayo de 2011

Palabras melosas 17. Yo la tengo

"I always knew that I'd find someone like you

So welcome to my little corner of the world"



My little corner of the world
Yo la tengo

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