miércoles, 21 de diciembre de 2011

Pura esencia musical


Bob Marley – Redemption Song

Bob Marley es conocido por ser el mejor músico que ha dado el reggae. Es más, hablar de reggae sin mencionar a Marley sería equiparable a hablar de fútbol y no mencionar a Brasil o Argentina. Prácticamente son sinónimos. Sin embargo la canción de hoy va más allá de cualquier estilo musical. La Canción pasajera de hoy se encuentra en Uprising, el último álbum que publicó antes de morir de cáncer. El ya sabía que sus días se acababan y armado con una sola guitarra y su inconfundible voz se dispuso a disparar balas con forma de palabras y misiles disfrazados de acordes.


La sencillez del tema es su mejor virtud y en ningún momento se pretende romper esa máxima. Las solitarias seis cuerdas de una guitarra serán la única fuente sonora instrumental. Las ideas plasmadas son de vital importancia y demasiados instrumentos podrían desviar la atención. De hecho en el mismo álbum podemos encontrar el mismo tema pero producido en estudio con todos los ritmos, instrumentos y sonidos habituales de sus composiciones y el resultado no despierta el más mínimo interés. Dejando la canción desnuda y con una sola guitarra el resultado es atronador.



La guitarra comienza a desgranar notas mientras es acariciada muy suavemente, tanto es así que podemos apreciar el crujir de las cuerdas, la vibración sonora es palpable. Dieciocho segundos después surge la narración de Bob Marley y aquí concluye la suma de elementos a la composición. Dos únicos protagonistas y nuestros altavoces no necesitan más para atraparnos con una facilidad sublime. La guitarra nos regala una humilde melodía mientras que la voz se empeña en hacernos llegar su mensaje sin adornos, completamente desnuda. El mensaje y la letra son lo que realmente importa, todo lo demás son adornos insustanciales. Sólo encontramos dos ínfimos alardes en todo el tema, el primero sucede en el 1'38'' con un ligerísimo realce vocal y un minuto después la voz realiza un pequeño grito como queriendo llamar aún más nuestra atención. Nada más. La canción es una obra maestra de principio a fin, un cuadro pintado en blanco y negro pero con la maravillosa capacidad de mostrarnos colores que desconocíamos hasta ahora. Escucharla una y otra vez será un placer, un regalo para nuestros oídos, una redención sonora. No hay reggae, no hay generos musicales, sólo hay música y buenas ideas.

Así es Bob, un artista verdaderamente global porque… ¿conoces a alguien que le guste la música y no le guste alguna canción de Bob Marley?

martes, 13 de diciembre de 2011

Palabras melosas 32. Antonio Vega


"Creo en los fantasmas terribles,
de algún extraño lugar
Y en mis tonterías para
hacer tu risa estallar
En un mundo descomunal
siento tu fragilidad"

                                                                      Lucha de gigantes
Antonio Vega

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción.


Queen - A Winter's Tale


La prodigiosa voz de Freddie Mercury nos engancha desde el primer momento. Los primeros instantes suena en solitario como queriendo indicar que aquello quenos va a relatar posee un contenido muy personal. Son sólo unos breves segundos pero la distinción ya está realizada. Enseguida se ve arropada por una discreta batería y la suavidad de los sintetizadores que serán los encargados de crear una atmosfera más onírica. La descripción de sus sentimientos ha comenzado y llegados al segundo 24 la voz que nos guía se pregunta si está soñando, como queriendo cerciorarse de que algo tan bello realmente existe. Justo después el tema hace un pequeño receso y en el segundo 36 comienza la segunda estrofa con una estructura casi calcada a la primera. Los sonidos secundarios continúan en un segundo plano mientras que la voz sigue describiendo sus pensamientos. Esta segunda sección concluye entorno al primer minuto con la misma pregunta al viento ¿estoy soñando? Pero esta vez la percusión aumenta su intensidad al mismo tiempo que surgen de forma inesperada unos precisos coros. Se produce un juego de voces entre los recién llegados y la narración de Freddie Mercury. Este pequeño duelo va ganando fuerza con el aumento sonoro de todas las voces reunidas. La progresión concluye en el 1'45'' para dar paso a Brian May y su solo de guitarra. Sus seis cuerdas parecen conducirnos sobre las cuchillas de unos patines de hielo. Nos deslizamos suavemente mientras las notas nos acompañan en nuestro pequeño baile por todo un lago helado. Es un solo magnifico en lo musical y brillante en su moderación. La guitarra brilla pero no tanto como para desviar nuestra atención sobre la narración, su presencia es importante pero no fundamental para recordar este tema.

Mientras escuchamos las variaciones de la guitarra es bueno recordar que esta canción fue el último tema que compuso en solitario Freddie Mercury. Sus días se agotaban, él lo sabía y no quería dejar de existir sin antes valorar todo lo bueno que tiene la vida. La canción es una constante descripción de cosas que normalmente no apreciamos lo suficiente. La vida tiene pros y contras, altos y bajos y debemos quedarnos con ambos pero siempre valorándolos en su justa medida. Lo bueno también debe ser narrado, contado, cantado y disfrutado.



En el 2'14'' la percusión y el retorno de los coros hacen que la guitarra ceda su lugar central sobre el escenario para la vuelta de la voz principal. Percusión, coros y voz comienzan de nuevo su narración pero esta vez su intensidad es mayor. La guitarra les acompaña de forma secundaria. El ímpetu de todos los participantes no deja de crecer y los coros se hacen con el poder a partir del 2'37'' para crear la ubicación perfecta para el Punto de No Retorno. El furor vocal aventura una gran explosión sonora, pero es entonces, 2'49'', cuando la voz principal se destaca en solitario para exclamar “It’s all so beautiful” La canción resumida en cuatro palabras, una vida condensada en un único sentimiento. Es un grito directo, sincero, de alguien que ya no tiene nada que perder ni ganar, de alguien que se sincera con lo que ven sus ojos, de alguien que sabe que se está despidiendo de todo aquello que ahora mismo todos sus sentidos disfrutan. Un Punto de No Retorno elegante, magnético y perfecto.

Tras este momento cumbre la guitarra sustituye a los coros como acompañante de la voz principal. El tema comienza a cerrar todos los caminos que abrió. Guitarra, voz y percusión se dedican a caminar juntos los últimos segundos. El cuento de invierno ha concluido. ¿Era real? ¿Era sólo un cuento? ¿Estaba soñando?

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