Fleetwood Mac - Rumours
Cuando los componentes de esta banda comenzaron a trabajar en este álbum su situación personal no era la más apropiada, quizás, para la creación artística. Dentro del grupo habitaban cinco personas y cuatro de ellas competían por ver quien destruía antes su vida sentimental. Vida, que al mismo tiempo, compartían entre ellos mismos. Salvo el batería, Mick Fleetwood, todos los demás compartían lazos íntimos, así Lindsey Buckingham se dedicaba a romperle el corazón a Stevie Nicks, mientras que por otro lado John y Christine McVie se pasaban el tiempo discutiendo sobre su propio divorcio. Con todo este panorama, la sombra sobre una más que probable separación de la banda planeaba sobre sus cabezas y hartos de tantas especulaciones sobre su futuro decidieron llamar a su disco más brillante Rumours (rumores). Los dimes y diretes se esfumaron en cuanto sucedieron dos hechos concatenados: las notas comenzaron a brotar y sus rencillas personales florecieron sobre las letras de un disco legendario. Un Disco Redondo vital.
El disco se abre con una guitarra que llega hasta nuestros oídos como una locomotora que se acerca a nuestra estación. Se trata del tema Seconds Hands News y en el comienzan a decirse las cosas a la cara. El vocalista, Buckingham, se siente como un objeto de segunda mano, reemplazado por alguien nuevo, alguien que ya ha ocupado su lugar. Aún así le recuerda a ella que le echará de menos cuando se vaya. La replica musical se produce en la segunda canción con la composición creada por Stevie Nicks: Dreams. Sobre estas notas ella despliega una letra en la que le dice que la búsqueda de la libertad era cosa de él y ella no es nadie para intentar retenerle. Que sus sueños se llenarán de soledad volviéndole loco poco a poco y que recuerde todo lo que ha perdido (a ella) con su marcha.
En Never Going Back Again Buckingham vuelve a hablar en primera persona para explicar que le dejó de lado y le hizo ver donde se encontraba. Ha aprendido la lección pero no piensa volver atrás, nunca más. Para romper esta discusión enmascarada por la música llega Christine McVie dispuesta a disolver toda la tensión existente con un alegato en defensa del optimismo, del Carpe diem.
Don’t Stop es un tema alegre, luminoso, que nos invita a valorar el aquí y el ahora sin darle más vueltas a lo que sucedió ayer porque hoy acabará en mañana. El quinto tema es Go Your Own Way y se trata de una pegadiza melodía y un estribillo aún más si cabe. El tema sirve para continuar con los desencuentros amorosos y con letras claras y concisas sobre sus propias relaciones. La nueva aparición de McVie nos obsequia con una canción muchos más intimista, sincera y genial a partes iguales.
Songbird llega hasta nuestros oídos con una melodía minimalista que consigue conquistarnos con facilidad y una voz que nos lleva de la mano hasta quedar atrapados dentro de ese pequeño y frágil universo sonoro. Algo más de tres minutos de piano y voz que se grabaran en nuestra memoria. La intensidad del grupo queda patente en el séptimo corte del disco con The Chain. Una canción algo más coral que las anteriores y donde la facilidad de la banda para construir eficientes melodías y juegos vocales queda más que demostrada. Un pequeño solo de bajo hacia el final del tema dará paso a un final de canción dedicado al lucimiento de la guitarra solista. Para desencadenarnos de estos últimos sonidos la luz del sol vuelve a colarse por una rendija en You Make Loving Fun. Todo se llena de color. Melodía divertida, pegadiza y de difícil escapatoria para nuestros propios tarareos. Estamos rodeados.
En I Don't Want To Know la estancia continua iluminada y todo el grupo se une en la parte vocal para celebrar con alegría otra gran melodía. Este álbum inmenso se cierra con dos temas algo más oscuros que los precedentes: Oh Daddy y Gold Dust Woman. El primero está compuesto por Christine McVie y vuelve a tomar las riendas del piano como en Songbird pero todo parece algo más sombrío. Un gran tema que mejora con cada escucha. El último corte del disco esta reservado para la incomparable e hipnotizante voz de Stevie Nicks. Su voz es única en todo el disco pero es en este tema donde se puede apreciar con más claridad la capacidad de sus cuerdas vocales. Una voz inmensa, un gran grupo y un disco para escuchar una y otra vez para descubrir muchos de los matices que se esconden entre sus acordes y sus letras. Cada escucha es mejor que la anterior. Rumores imprescindibles.
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